Mensaje del 16 de agosto de 2023. 5:38 am

Escribirás hija Mía, una vez más, desde la soledad de Mi Corazón que anhelante permanece por la respuesta de los corazones de los hombres, escribirás en respuesta a Mi Corazón desolado y doloroso, porque el Amor de Mi Corazón no es Amado, porque Mis Hijos abandonan el Amor verdadero para internarse en sus propias pasiones, doblegando sus instintos, en lo profundo de la negación a mi corazón, forjando gustos y anhelos propios de la concupiscencia de la carne, dejando a rienda suelta que la tentación perversa, no solo domine sus sentidos, sino que invada sus corazones de deseo, inmoralidad, lujuria, y pasión.

Este, hija mía, es parte del mayor flagelo que domina en la tierra, haciendo al hombre incapaz de reconocerse como hijo en la Divinidad de Mi Amor, y por ello, Mi Corazón sufre y se desborda en el dolor, porque bajo la mirada de los hombres, se aniquila fácilmente la obra redentora, cuando son dominados por la carne.

Os digo hija Mía, orad en reparación a Mi Amor, pidiendo la Pureza, “Don de Amor inefable”, que desde el Corazón de Mi Madre obra, para atraer a las almas, orad por la Virginidad del pensamiento en cada alma necesitada de Mi Amor y por la Castidad del Corazón de cada hombre y mujer que habita la tierra, para que se manifieste la Gracia del Amor en todos Mis Hijos, orad por la purificación de las almas en sus pasiones desordenadas, de mente, cuerpo y espíritu, porque cuando un alma se abandona en sus pasiones, se envicia y pierde el dominio de su condición de hijo de Dios; por ello hija Mía, el mundo se está carcomiendo en inmoralidad y se está destruyendo la pureza de los niños, desbordando horrible y destructivamente los límites de la carne; debéis orar y ofrecer sacrificios de amor para la liberación de estas cadenas que atan la tierra con tanto pecado, y este es el flagelo de Mi Cuerpo, que Sangra y Sufre hasta el extremo, y que permanece flagelado y adolorido por cada uno de Mis hijos.

Os digo hijos Míos, ¿hasta cuándo?, estáis extasiados de horror, de suciedad, de maldad, de vanidad, de lujuria, de desprecio por la vida, estáis agobiados en soledad, en inmundicia, en desolación, estáis ciegos en medio de abundantes y aberrantes obscenidades, estáis sordos en medio del caos y del ruido, estáis estáticos en medio de los vicios, los apegos, las pasiones, estáis inertes ante el desprecio, el maltrato, la violencia, el dominio, la tortura, la esclavitud, y no Os dais cuenta de la realidad Divina que Os llama y a gritos Os busca como las ovejas perdidas de Mi Rebaño; más cuando os miro, camináis sin rumbo y pasáis de largo sin atender el Amor de los Amores que Os espera en el lecho de la Cruz.

Os digo hija Mía, orad por esta intención de Amor, Os digo hijos todos, clamad Misericordia porque estáis en la cúspide de la soberbia, desafiando vuestra condición humana, queriendo ser dioses de sí mismos, en sus pensamientos, palabras y obras regidas por el mal; Os digo hijos Míos, es tiempo de silencio, es tiempo de prueba, es tiempo de oración.

Y a ti hija Mía, Os replico, manteneos en silencio unida a Mi Amor, en el camino junto a MI Madre, y en la súplica por cada corazón, por el que Mi Propio Corazón Sufre, Gime y Espera. Orad, Orad, Orad. Os dejo en la Paz de Mi Amor. 6: 05 am